CAMBIO CLIMATICO Y ENERGIAS RENOVABLES Han transcurrido más de cincuenta años del famoso informe “Los límites del Crecimiento”, encargado por el Club de Roma a un equipo de expertos, la importancia del asunto llevó a que las Naciones Unidas organizaran la primera Conferencia Mundial sobre el medio Ambiente (1972) Aunque desde la década de los setenta los científicos advertían de cambios del clima no era esta variable la más relevante en las preocupaciones ambientales del momento y la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) era un tema prácticamente desconocido para los gobiernos y la ciudadanía , siendo el cambio climático algo que no había trascendido a la sociedad ,pero en los años 90 empezaron a confirmarse las teorías sobre los efectos de las emisiones humanas en los cambios climáticos y en los efectos del calentamiento global, así la preocupación empieza a extenderse entre los ciudadanos al constatar el aumento de los desastres naturales, el clima extremo y la pérdida de la biodiversidad. Hoy para las Naciones Unidas el cambio climático es uno de los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad y la preocupación por fin ha trascendido por sus efectos económicos y sociales. Ya no bastaba con conocer el problema, era necesario tomar medidas y marcar objetivos para que el calentamiento mundial no siguiera creciendo, así nació el Protocolo de Kioto en el que por primera vez se hacían propuestas para reducir las emisiones, aunque el verdadero hito fueron los Acuerdos de París (2015) en los que se marcó el objetivo de 2oC y a ser posible 1,5oC, como límite del calentamiento, en comparación con los niveles preindustriales. Las cosas no están yendo demasiado bien y la escasez de resultados del último encuentro internacional, la COP 27 de Egipto, así lo evidencian. No obstante, Europa mantiene sus compromisos y para ello ha aprobado medidas como el Pacto Verde EU para la transición ecológica, con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2050, exigiendo a los países miembros la adopción de las medidas necesarias para ello. En España los dos hitos fundamentales han sido, la Ley de Cambio Climático (2021) y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (2021-2030) Para evaluar la evolución de las emisiones de GEI se unifican los valores de los distintos gases en relación con el CO2, que se toma como base y se establecen los valores de CO2 equivalente, tomando asimismo la referencia del año 1990.El valor total de emisiones en 2020 fue de 327,4 millones de toneladas de CO2 equiv. casi un 14% más que en 1990, siendo la reducción prevista para el 2030 del 23% sobre los valores del citado año. Como el 75% de las emisiones proceden de la generación de energía por los distintos sectores, electricidad, transporte, industria y residencial, las acciones de reducción deberán centrarse en todos ellos. El consumo de electricidad, es la base del funcionamiento de las sociedades desarrolladas, será por tanto en la generación eléctrica en donde centrar la atención para las transformaciones que se requieren en la búsqueda de los objetivos deseados. Se conoce como Mix eléctrico el conjunto de tecnologías de producción de electricidad
de las que dispone cada país para atender la demanda y como hace uso de ellas. En España, en 2021, el mix. tenía la siguiente composición: TECNOLOGIAS MW % Ciclos combinados ( Gas ) 26.250 23,2 Energía Eólica 28.336 25,0 Nuclear ( 7 grupos) 7.717 6,4 Solar fotovoltaica 15.174 13,5 Cogeneración ( gas ) 5.663 5,0 Hidráulica 17.094 15,1 Carbón 3.764 3,4 Resto 9.602 8,4 Potencia total instalada 113.000 100
Como la producción de electricidad debe ajustarse en cada momento a la demanda y las energías renovables, eólica y fotovoltaica (sin considerar la hidráulica) no están siempre disponibles, son necesarias tecnologías de respaldo, que en este momento son las centrales de ciclo combinado de gas, razón por la cual el precio de la electricidad está muy condicionado por el del gas. En todo caso la apuesta para la descarbonización debe basarse en las energías renovables, no solo para la generación sino también para el transporte, cuya aportación a las emisiones de GEI es la mayor de todas (26,2 %, en 2020). Así lo ha entendido la UE en el ya citado Pacto Verde para la transición ecológica En línea con los objetivos de la UE, en nuestro país el citado PNIEC establece para el 2030 alcanzar lo siguiente: 23% de reducción de emisiones de GEI respecto a 1990 42% de energías renovables sobre el consumo total de energía final 39,5 % de mejora de la eficiencia energética 74% de energías renovables en la generación eléctrica Tras el parón que provocó en el desarrollo de las renovables el cambio de normativa en 2012, hoy la apuesta por las mismas es innegable y sobre la potencia instalada antes del parón, la energía eólica ha aumentado un 25,5% y la fotovoltaica un 230%, mientras que el carbón ha descendido un 85%. La aparición de la guerra de Ucrania y las consecuencias energéticas para Europa de la misma, con una fuerte dependencia del gas de Rusia, provocó una gran incertidumbre sobre la continuidad de los objetivos del Pacto Verde en relación con las energías renovables. Ante esto la reacción de la Unión para independizarnos de los combustibles rusos ha sido el llamado REpowerEU, que consiste en un firme apoyo mediante medidas legales y financieras a las energías renovables ampliamente implantadas (eólica y fotovoltaica) así como el desarrollo de otras menos arraigadas, como el biogás y el biometano, procedentes del aprovechamiento de los residuos orgánicos (residuos municipales, aguas residuales, residuos ganaderos y agrícolas, etc)
Merece especial mención la apuesta por el Hidrógeno verde, como base de la movilidad, entendiendo que la electrificación del parque automovilístico, no puede resolver las grandes exigencias del transporte mundial de mercancías ni por carretera ni por vía marítima. Así, la evidencia del cambio climático y sus consecuencias nos obliga a la superación de la era de los combustibles fósiles, al desarrollo de todas las energías renovables, a la mejora de la eficiencia, como método de reducir el exceso de consumo y a la investigación de nuevas fuentes que garanticen un futuro menos dependiente del carbono. Jorge Tinas Gálvez Charla en el Ateneo el 25 de noviembre 2022 |